MECEDORA

Mecedora

La mayoría de la gente asocia las sillas mecedoras a épocas pasadas y a personas ancianas. Es un mueble poco común  y se suelen ver sólo en casas antiguas. Sin embargo, las mecedoras siguen utilizándose en la actualidad por personas de cualquier edad.

A pesar de que algunas versiones atribuyen la invención de la mecedora  a Benjamin Franklin, no hay evidencia histórica de esto. Los primeros registros de los que se tiene constancia se remontan a América del Norte, en el siglo XVIII. En un principio se las utilizaba en jardines y no eran más que sillas ordinarias con dos balancines en su parte inferior.

Fue en 1725 que aparecieron las primeras sillas mecedoras como tales, en Inglaterra. Estas mecedoras de mimbre o “wicker rockers”, como se las conocía, eran conocidas por su calidad artesanal y sus diseños creativos.

Michael Thonet, un artesano alemán, creó la primera mecedora de madera curvada en 1860. Se distinguía por su diseño elegante y su peso liviano. Estas sillas estaban influenciadas por diseños de los tiempos de los griegos y de los romanos, como así también del Renacimiento y la época colonial.  Y es todo un icono y mantiene el nombre de su diseñador. Esta es una mecedora Thonet,

La mecedora de la que os voy a hablar ahora,  es  la herencia  de una abuela a su nieto.  Había que actualizarla para que encajase mejor en un hogar de hoy en día.

Por fuera, más que otra cosa, estaba descolorida y un poco hundida en la base. Pero  por dentro era todo un desgarro.  La apeamos de las patas y comenzamos a guarnecer. Empezando de cero, se pusieron cinchas, espumas, guatas y se dio más acolchado al asiento.  Para el exterior se  decantaron  por  polipiel blanca y acabados en tachuela bronceada.  Con todo el interior renovado, sigue dando comodidad y confort a sus propietarios.

¡Y además ha quedado preciosa!.

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